top of page
WhatsApp Image 2023-09-12 at 8.28.52 AM.jpeg

uribia-Ichitki

LA GUAJIRA 

La historia de la alfarería en la guajira comenzó por un sueño. En la tradición oral, las primeras alfareras wayúu recibieron sus conocimientos sobre la arcilla a través del mundo onírico. 

 

El Taller de Cerámica Amuche es hogar de los últimos alfareros Wayuu en la Guajira, al norte de Colombia. Este oficio solía ser escondido y solitario, designado únicamente a las mujeres que se resguardaban solas en un rancho a crear. En vista de que se estaba desapareciendo el oficio, los hijos de Maria Elena Pushaina, decidieron acoger y apoyar a su madre para darle continuidad a la tradición y convirtieron su ranchería en su taller. 

 

Hace poco tuve la fortuna de ser parte de la fiesta anual de extracción de arcilla qué hicieron en un jagüey (pozo de agua seco), en una ranchería cerca de Uribia. No es común que esta ceremonia reciba a personas externas a la comunidad y como es poco frecuente, me sentí muy honrada por hacer parte de ella.

 

La ceremonia empezó temprano. Viajamos hasta allá en un camión con toda la familia, abuela, hermanos, sobrinos, tíos, madres y primas. También iba una oveja, el animal que se sacrifica como ofrenda por la arcilla extraída, las herramientas, timbos de agua, ollas, utensilios de cocina y sacos vacíos para llenar de arcilla.

Cuando llegamos al jagüey, las mujeres instalaron la cocina debajo de una sombra que refrescaba el trabajo culinario y algunos hombres se encargaron de sacrificar y despiezar la oveja. Otros, de varias edades y algunos niños, salieron en busca del lugar exacto de donde se extraería la arcilla.

WhatsApp Image 2023-09-12 at 8.31.15 AM (2).jpeg

La abuela siempre es parte fundamental de esta elección, ella indica el lugar, la forma del hueco, la profundidad, calidad y cantidad de arcilla esperada. Una vez encontrados los primeros rastros de arcilla, la abuela cantó en Wayuunaiki, una canción para su abuela la arcilla. En la canción le dice que ella es su nieta y que ha venido a buscarla para honrarla transformándola en vasijas que acompañarán a la gente en sus casas. La abuela se sienta en un espacio previamente preparado para ella, y se pone a seleccionar y moler el material, dándole golpes con un palo de madera seco y duro.

Mientras excavamos, las mujeres de la cocina prepararon y ofrecieron un friche que compartieron con todos para darnos fuerza en la excavación. Acompañados también de pequeñas dosis de café con azúcar, chicha y chirrinchi, y después de casi 6 horas de excavar, moler y empacar la arcilla, la abuela Maria Elena se dirigió al grupo, indicando que la cantidad extraída era suficiente, y que se debía tapar el hueco para no dejar abierta la herida que se le hizo a la tierra. Cargaron los costales al camión con suficiente arcilla para trabajar por un año. Entre todos recogimos los utensilios de la cocina y la excavación, y regresamos a su ranchería en Uribia.

WhatsApp Image 2023-09-12 at 8.31.14 AM (1).jpeg
IMG_3451.jpg
WhatsApp Image 2023-09-12 at 8.31.16 AM (1).jpeg
IMG_5912.jpg

Usualmente complementan esta arcilla con una más rocosa, esta se extrae de otra parte y le brinda más resistencia y estructura a la arcilla que sale del jagüey.

WhatsApp Image 2023-09-12 at 8.31_edited.jpg
WhatsApp Image 2023-09-12 at 8.28_edited.jpg
IMG_20230715_101650.jpg
IMG_3474 copia.jpg

Maria Elena utiliza la técnica de rollos para armar sus vasijas, pero estos los construye de forma vertical entre sus manos. La base de la pieza, la construye en la palma de la mano izquierda, y cuando alcanza el diámetro deseado, la apoya en un plato. Después, hace los rollos delgados entre sus manos y los va adhiriendo al cuerpo de la vasija, hasta lograr el tamaño y la forma deseada. Una vez listo el cuerpo de la pieza,  le hace los acabados necesarios para terminar las piezas, las pintan con ULISHA, una pintura mineral que logran al triturar una roca, y las bruñen con piedras. Originalmente quemaban las piezas al aire libre en una hoguera, pero recientemente, desde que sus hijos están apoyando el oficio, consiguieron un horno a gas en donde cocinan sus vasijas.

objetos de los amuche 

OBJETOS DE BARRO JUANA SANCHEZ-02.png

Algunos de los objetos más recurrentes en esta tradición son los cántaros o múcuras, ollas, tinajas y urnas funerarias. Cada uno de estos objetos responde a una necesidad. Las urnas sirven para despedir a sus seres queridos, los wayuu realizan un segundo entierro mediante el cual ayudan a que el espíritu de la persona difunta transcienda y es en estas urnas en donde reposan sus restos. Los cántaros y múcuras sirven para transportar el agua en este territorio árido, y las tinajas para almacenarla.  A las muñecas de barro les dicen wayunkeera y son utilizadas por las niñas wayuu para jugar y son el primer contacto de ellas con el barro.

Ser parte de estos rituales me hace ver con claridad cómo los oficios cargan la sabiduría de la experiencia, de los procesos colectivos y desarrollados en el tiempo, heredados de generación en generación. Admiro cómo las comunidades tradicionales viven con respeto por la madre Tierra, seleccionando sólo lo necesario y ofrendando algo en retorno, manteniendo así el equilibrio.

WhatsApp Image 2023-09-12 at 8.28.52 AM (1).jpeg
bottom of page